¡Bienvenid@s!

La idea de este blog es estar un poco más cerca de mis amig@s y herman@s entrañables que hemos conocido por el recorrido que hicimos con mi esposo a través de nuestro ministerio en Perú, Argentina y ahora en Chile, principalmente me gustaría compartirles devocionales bíblicos, experiencias, recomendarles libros, música y otros sitios de nuestro interés. Espero leer sus comentarios y reflexiones!

martes, 29 de julio de 2008

LA VIDA y El AMOR

1 Juan 4:16-18
"Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. …Dios es amor y el que permanece en amor, permanece en Dios y Dios con él."
Cuando era niña, recuerdo una clase en la que la profesora nos preguntó, qué es el amor? Hubo una respuesta espontánea de mi compañera y contestó: Amor es el pan de la vida. Ésto dice un verso de una canción popular. Fue una contestación apresurada, inesperada, ocurrente que todos nos reímos porque sabíamos que esa respuesta era sacada de una canción. El amor como un sentimiento que alimenta la vida, que sustenta nuestro ser está presente en la apreciación de la realidad del ser humano.
Cuando nosotros reflexionamos desde lo bíblico y lo teológico comprendemos que ese amor solo puede venir de Dios a nuestras vidas, porque Dios es amor. Fuimos creados con propósitos especiales, vivir la vida en amor es parte de ese propósito. Cuando Dios le dijo a su pueblo con amor eterno te he amado, le habló de ese amor que no tiene límites. El proyecto de Dios para nuestra vida esta sustentado en ese amor, no solamente en los triunfos, sino también en las dificultades, para que superándolas nos lleve a la victoria.

Dios está permanentemente mostrándonos su amor, la prueba más desafiante es el envió de su Hijo para morir en lugar nuestro por nuestros pecados, y así hacer posible el perdón, devolviéndonos la vida para ser partícipes plenamente de su amor.
Es por ello que Dios nos pide que no abandonemos ese amor, que sustenta nuestra vida. Permanecer en ese amor es poder resistir los temporales de la vida. Cuando entregamos nuestra vida a Jesucristo, se muestra con mas profundidad la imagen de Dios, porque nuestro corazón, nuestra mente, nuestros sentimientos y decisiones están inundados de su amor. Pablo dice que este amor de Dios se impone en nuestra vida, nos constriñe, inunda nuestra existencia. Entonces es posible dar a otros y compartir ese amor que sobrepasa la incomprensión y solo se vive, como una gratuidad de parte de Dios. Permanecer en ese amor muchas veces nos cuesta, porque nos es mucho más fácil recibir amor, que dar amor.

Cuando pasamos por diversas situaciones en nuestra vida creemos que nadie se preocupa por nosotros, sentimos angustia, rencor, nostalgia, hasta llegar a desesperarnos y finalmente considerar que tal vez Dios se ha olvidado de nosotros. Sin embargo Dios con su expresión de amor está ahí permanentemente, mirando no solo nuestra tristeza sino también nuestras dudas que nos desvían hacia la altivez y nos consideramos fuertes, somos tentados a la arrogancia y el orgullo, entonces le huimos a los afectos. Dios entonces se entristece porque nos mostramos como quien ha perdido la capacidad de amar y nos cuesta conocerle más profundamente, en medio del temporal que viene a nuestras vidas. Ese amor que nos sustenta ha sido depositado en nosotros para ser transparente, sincero para con Dios. No lo puede ser de otra manera, no puede ser fingido, permanecemos en su amor.
El apóstol nos dice en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Que fácil es leer estas frases, que difícil es hacer realidad en nuestra vida especialmente en los momentos en que el temor nos angustia. Estos días mi hijo Josué me decía mamá, Dios tiene que sanar primero nuestros temores. En nuestra visión de la vida el amor debe imponerse sobre el temor. Esto es una gran verdad, al encontrarme nuevamente con esta Palabra, le pedí perdón al Señor por mis temores, y que ayuda para seguir confiando en que su amor sustenta mi vida inmejorablemente. Echado el temor, no sin una lucha angustiosa, experimenté un sentimiento de confianza y que la Palabra del Señor iba siendo una luz en la noche oscura de la angustia. El amor sustenta mi vida y el temor no va a remecer sus cimientos. Todos nosotros hemos experimentado temores en nuestra vida, que podría provocar buscar soluciones ligeras consejos equivocados. Pero gracias a Dios que tenemos su Palabra para recibir su consejo directamente y actuar sabiamente, entendiendo su voluntad y las muestras de su amor en cuidado, afecto, seguridad, en medio de la angustia.
Kelit Pérez.

No hay comentarios: